lunes, 27 de diciembre de 2010

De la Navidad, el Año Nuevo y la relatividad de las cosas

Otro año ha llegado la Navidad, y, como siempre, estamos inundados de buenos deseos, música angelical, luces por todas partes y, sobre todo, publicidad que nos hace creer que necesitamos un montón de cosas para conseguir esa felicidad que inunda el aire.
Pero las cosas no siempre son como parecen, o como nos quieren hacer ver, y lo que para unos es felicidad y buenos deseos, para otros puede ser un tormento. No hay más que ver el pavo que ilustra la imagen (ningún pavo puede desear que llegue la Navidad, excepto los masoquistas). Con lo cual, la conclusión puede ser evidente: la felicidad es tan relativa...Lo que para unos es el summun de la misma, para otros puede ser todo lo contrario.

La Navidad es un periodo del año que acumula muchos recuerdos que nos persiguen toda la vida, normalmente son los mejores que hayamos podido tener, pero eso se convierte en pena cuando esos recuerdos nos hacen añorar lo que ya nunca tendremos. Lo normal es ir acumulando momentos de felicidad, pero no siempre eso es posible, y algunos de esos momentos están asociados a personas que nunca volverán. 

 A veces basta con una simple imagen para hacernos rememorar que, en Navidad, había una mano que te guiaba por la Plaza Mayor mientras veias luces y escuchabas la música, y la vida te parecía el colmo de la felicidad, todo era luz y alegría. 
Esa mano era el hogar, la tranquilidad, el calor y la vida. Y siempre estará en nuestros recuerdos. Para siempre.


Las cosas cambian mucho a lo largo de los años, y es muy dificil conservar las imágenes con la misma visión de la niña que pasea sin preocupaciones, la inocencia se pierde entre las penas y los sufrimientos que nos encontramos en cada esquina. A pesar de ello, creo saber mirar todavia con los ojos de la niña de 7 años, con la misma inocencia, ignorancia y falta de dolor. Sí, todo ha cambiado y ahora no necesito a alguien que me guíe y me proteja, ahora quizás tengo simplemente a alguien que comparte mi camino y me acompaña en la vida. Quizás.


Es cierto, las cosas cambian, las personas desaparecen, las penas aumentan, los dolores no se van, pero también aparece de vez en cuando, una esperanza en el camino, una mano que te hace pensar que la Navidad, y la vida, son lo más bonito que existe.


Por ello, os deseo simplemente que podáis ver la vida, no sólo en Navidad, con los ojos del niño/a que fuimos, para que nunca perdamos de vista lo que de verdad importa.



jueves, 2 de diciembre de 2010

La Edad de la Inocencia

Hace tiempo guardé unas fotos del Parque  Abelardo Sánchez, de Albacete, para echar un vistazo de vez en cuando, quizás por recordar cómo era yo entonces, lo que he cambiado y lo que queda de la persona que andaba por este parque y esta ciudad.
Cada vez que las veo me siento rara, como si me trasladara al pasado y fuera de nuevo esa persona que ya ha desaparecido, y me pongo a pensar en lo que hice y dejé de hacer, en lo que pasó y dejó de pasar, y, la mayoría de las veces, incluso me acuerdo del olor de los lirios en febrero, aquel olor que me recuerda lo que se fue y no volverá. 

Ahora, que el tiempo ha puesto todo en su sitio, y que no añoro el pasado,  que empiezo a vislumbrar lo que es la felicidad,  que he aprendido a ver el lado positivo, y que me niego a dejarme vencer por el desaliento, recuerdo con nostalgia como era con 18 años, y comprendo que ha merecido la pena aquél miedo, aquella pena, y la sensación de estar perdida en el mundo sin que nadie entienda que a veces tienes ganas de gritar, de llorar,  y que no sabes por donde caminar.

Y precisamente en esos momentos pienso en mi padre como la persona que más me ha marcado el camino en los momentos difíciles, con mayor o menor fortuna, mayor o menor entendimiento..., pero sí, siempre fue la compañía del camino, la referencia para no perderse, el punto de partida y el punto final...Incluso en la ausencia puedo recordar como si fuera ayer los caminos que hemos recorrido juntos, las palabras, los silencios, las lágrimas, y decir, sin lugar a dudas, que soy quien soy por él.

Probablemente, incluso en la ausencia, sigue marcándome el camino y dirigiendo mi vida, reconozco que no puedo ni quiero negar su influencia en todo lo que hago, lo que digo, lo que construyo o destruyo...Es imposible volver atrás, y no puedo hacer que vuelva, pero sí puedo intentar que vuelvan los recuerdos, esta vez para no hacerme daño, sino para recordarme que, a pesar de todo, conservo la inocencia de esa edad, y que el daño no fue irreparable.



domingo, 14 de noviembre de 2010

El Olimpo de los Dioses

No he podido escribir hasta ahora, y quizás haya sido mejor porque la decepción no es buena consejera en ningún sentido, y siempre se expresan en esos momentos, los sentimientos más ajenos a todo pensamiento constructivo. Como no soy partidaria ni de hacer leña del árbol caido, ni de lamentaciones, es mejor empezar a construir el futuro con ideas positivas.

El día de hoy ha sido decepcionante, pero es algo que podíamos haber esperado porque sabíamos que cualquier cosa podía pasar, desde lo más grande hasta lo más triste, como es lo que ha ocurrido (aclaro, triste según para quien). Pero no por ello deja de ser positiva y más que interesante la temporada de F1 2010, en mi opinión la más emocionante que yo he vivido (y esto lo he leido ya en varios sitios, con lo cual, no debo estar sola en esta idea).



Respecto a lo que ha pasado hoy, me ha parecido muy buena esta imagen, que refleja esa "sana" amistad de dos compañeros de equipo que parecen estar diciéndose:
¿Qué ha pasado? 
Por si Webber no se ha enterado, deberíamos aclararle que lo que ha pasado es que ha sido sacrificado por su propio equipo, dándole la estrategia más idónea para que ganara su compañero, el niño del "dedito", el protegido del equipo.
Pero Webber sí se ha enterado, es consciente de que juega con una baza en contra, y es que resulta que se le da por acabado, entre otras cosas, por tener unos 30 años, de tal manera que cualquier día le dan la pensión de jubilación y todo (no está mal jubilarse a los 30 y pico de años, no, lo que está mal es que te humillen y manipulen).


¡Ay, Mark, no sabes cómo te entiendo¡ Debes sentirte como un muñeco roto, una persona menospreciada, humillada y utilizada para favorecer a tu compañero de equipo. Siempre me ha resultado deprimente pensar que cada vez está más instalada en la sociedad la idea de que a ciertas edades pierdes valor, que la juventud, sea de la manera que sea, siempre tiene un lugar predominante en cualquier podio, vende más. Y esto no sólo ocurre en la F1, que es un ámbito donde podría entenderse, sino ante situaciones tales como la búsqueda de un trabajo, por poner un ejemplo. Si algo se puede cambiar al respecto me parece muy dificil, las mentalidades tardan años en cambiar, pero la tendencia creo que es la continuidad en este sentido.


Por eso hoy, en ese Olimpo particular de dioses que han hecho historia en la F1, no estarás tú, Mark, porque a alguien no le interesó. Probablemente era tu última oportunidad, pero...también creo que eres una persona que no se rinde, y, como Alonso, volverás para demostrar que en ese podio cabe alguien más mayor (que se lo digan a Schumacher).

Sobre Alonso casi no puedo hablar, la decepción es demasiado grande. Me parece que desde hoy se está diciendo todo lo que podría decirse de este último gran premio, una estrategia pésima y, sobre todo, ingenua, un coche con ciertas carencias...En fin, qué podría yo aportar a todo lo dicho: probablemente nada. Lo que ha pasado ha pasado, y nadie lo cambiará. Ahora vendrán las "hienas" a remover la carroña, pero eso ha pasado siempre en este particular Olimpo: si ganas eres el mejor sin paliativos, y si pierdes no has hecho nada durante toda la temporada. Y eso sabemos que no es cierto.

Fernando ha hecho varias cosas, todas basadas en la creación de confianza e ilusión en el equipo, a partir de ahí, a fuerza de optimismo y trabajo ha infundido la idea de que cualquier cosa era posible. Que el trabajo y la ilusión, la unión de un equipo podría llevarles a todos a lo más alto del podio. Esa idea no se ha perdido, y no hay que dejar que nadie la tire por los suelos, y sabemos que siempre habrá alguien que lo intente.


El Olimpo de los Dioses sigue esperando, para Mark, para Fernando, para todo aquél que no se deje vencer por el desánimo, la tristeza y la sensación de fracaso, para todo aquél que se levante todos los días pensando que cualquier cosa buena es posible (intentaré levantarme mañana con esa idea, me espera un reto importante).


Saludos a todos/as los que me leeis.







jueves, 11 de noviembre de 2010

De retos y regalos de Navidad


Esta tarde pensaba escribir algo relacionado con el mundial de F1 2010, uno de los más apasionantes que yo he vivido (y supongo que para mucha más gente, de esa loca por escuchar el ruido de motores), con la emoción de no saber hasta el final quién va a ser el campeón, y con la ilusión de que pueda serlo un asturiano al que todos conocemos (bueno, por lo menos respecto a su vida profesional, que conocer el resto es otra historia).

Pero resulta que hablando esta misma tarde con mi hermana me ha impuesto un reto: dar publicidad a ciertos trabajos manuales que realiza en sus ratos libres, y no tan libres. (Ahí a la izquierda hay un ejemplo de tales manualidades, bonitas son, la verdad, y doy fe de que se venden ).

Parece ser que no se cree que me atreva a hacerlo, y nos hemos apostado mi regalo de Navidad, y eso es ¡¡¡sagrado¡¡¡ Por lo tanto, ahí va la publicidad, con imagen incluida, que me reportará un bonito regalo en Navidad (eso espero y deseo, y así lo reclamaré, aunque sea judicialmente, jeje).

Ya que estamos hablando de retos, no es pequeño el que tiene Fernando, pero creo que se merece otro post, no podría exigirse menos de alguien que está demostrando ser el mejor piloto de la parrilla, porque, pase lo que pase el domingo, para muchas personas, entre las que me incluyo, ya es ganador.

 

jueves, 4 de noviembre de 2010

Esos momentos difíciles

A lo largo de la vida surgen situaciones difíciles que nos hacen pensar que estamos pasando por ese bosque oscuro al que todos tememos y respetamos, el que nos da miedo y sensación de claustrofobia, por ese camino negro y tenebroso que nos llevará a algún lugar perdido sin remedio, y sin poder volver atrás. El miedo aparece y nos atenaza sin remedio, nos paraliza y no conseguimos hacer que las horas que nos han tocado sean luminosas e intensas. Tal vez nos dejamos llevar por la oscuridad del bosque, es una tentación fácil.

En esos momentos lo vemos todo así, y si nos preguntan la razón diremos que realmente todo tiene esa forma, pero, ¿sabemos de verdad cual es la realidad ? Si en ese momento lo vemos todo negro, ¿por qué razón en otro instante y en las mismas circunstancias lo vemos todo más claro y diáfano?

Está claro que la mente es un arma muy poderosa que podemos utilizar para pasar sin miedo por ese bosque oscuro que, tarde o temprano, todos tenemos que atravesar. La tarea de aprender a utilizar la mente para disfrutar de la vida es dificil, se convierte en una de esas pruebas que nos parecen insalvables, casi como aprobar una oposición (los opositores me entenderán). 

Es cierto que hay personas que parecen nacer inclinadas de manera natural para asumir las situaciones difíciles casi con alegría, como si flotaran por ese bosque oscuro, parecen llevar la luz consigo e iluminan todos los sitios por los que pasan. Son esas personas que se reconocen sin necesidad de decir porqué, ni cómo son, ni a quién se parecen. Todos vemos a esas personas.

Por desgracia también vemos a las personas que asumen su camino con negatividad, con la oscuridad propia del bosque, sin saber el poder que podrían tener simplemente con su mente. Todos en algún momento nos podemos reconocer en este tipo de personas, y seguro que negamos y renegamos de ser así, pero, ¿quién dijo que el aprendizaje de la vida sea fácil? En el camino, incluso por ese bosque, podemos encontrar todas las lecciones posibles, y aprender que la vida es un proceso, más o menos largo, que nos lleva a todos al mismo sitio, pero en la manera de llegar está nuestro reto, y es el que se nos impone. Pensado así, parece hasta bonito, perdón, rectifico, es bonito, y hay que hacerlo aún más.

Si los caminos nos llevan al éxito o el fracaso depende en gran parte de nosotros, ya llevo varias entradas hablando de este mismo tema, quizás para autoconvencerme y terminar por aprender a hacerlo.  Y creo que terminaré con ese aprendizaje alguna vez precisamente porque deseo hacerlo, y quiero cruzar el bosque sin miedo, sin parálisis, con la alegría propia del que sabe que está cruzando y le espera la luz  y el color al final.

PD: No sé si pensábais que no iba a mencionar el dificil bosque por el que cruza Alonso este mes, ¡¡¡craso error¡¡¡ Bueno, yo sólo puedo decir, que, aquí en este humilde blog, también se cruzan los dedos para que el milagro ocurra. Si alguien puede hacernos ver ese milagro es él. Y tal vez después de eso, se nos olvide que hemos pasado a través de un montón de sombras.




                             

domingo, 24 de octubre de 2010

D. Fernando Alonso o la Fuerza del Optimismo


Nunca he sido optimista, todo lo contrario, siempre he estado un poco dominada por "el sentimiento trágico de la vida", una actitud que siempre me ha hecho ver las cosas con algo de escepticismo y con un exceso de realidad, como no queriendo creer, por si las moscas, que algo bueno pueda ocurrir (¡¡¡con lo bonito que es eso¡¡¡).

Pero la vida, que a veces es más que sabia, me ha llevado por caminos difíciles que me han enseñado cosas tan básicas como: " no puedes permitirte estar hundida, porque si no, irremediablemente lo estarás" o "además de lo anterior, cuanto más te hundas, más dificil será salir". Y otras lecciones de la vida, esa que decía que es más que sabia.

Pero lo que definitivamente me ha servido para cambiar el chip es aprender de las personas optimistas que me he encontrado por el camino. Al principio cuesta un poco, me pasaba como a aquel pesimista del chiste al que le decían: "No te preocupes, ¡¡que te quiten lo bailado¡¡¡", y que respondía diciendo: ¿Y si me lo quitan?  Pero después he descubierto que todo puede aprenderse si uno se empeña, y, poco a poco, como por arte de magia, resulta que voy a ser optimista (la vida da una de vueltas...).

Una de las personas que más me han enseñado a ver el lado positivo de la vida ha sido un buen amigo, Santi, que parece que lleva puestas unas gafas con cristal rosa, es realmente increible como puede cambiarte el chip con dos palabras. Lo dicho, increible. 
También es conveniente darse una vuelta por cierto blog ("El infierno Verde") para aprender el significado del pensamiento positivo y del optimismo.


Respecto a Fernando Alonso, se han dicho muchas cosas hoy mismo, después del GP de Corea, en el que ha ganado, de una manera magistral, y después del caos del inicio. Parecería que todo lo que dijera sería redundar ya que, creo que se ha dicho todo, respecto a la carrera, a su gestión del campeonato, su liderazgo... Y como todo eso ya lo han comentado personas más expertas que yo, más bien quería referirme a su actitud mental, la fortaleza que le hace salir de la adversidad con fuerza y optimismo, y luchar por lo que desea, con estas mismas armas.

Siempre me ha parecido admirable esta actitud, pero no tanto en los buenos momentos, porque aquí parece fácil, como en los aquéllos que no son tan buenos. No tengo más que recordar aquellas carreras con el R29, que era una cafetera, para darme cuenta de que si había algún buen resultado entonces, era debido a que él hacía lo imposible por que eso pasara. Y una vez, y otra vez, sin decaer (peores serían los ánimos en 2007).

Y ahora nos encontramos con la posibilidad de que pueda ganar su tercer campeonato del mundo, y estamos todos más que ilusionados por ello (bueno, todos menos los antialonsistas y algunos periodistas ingleses, entre otros), y yo me pregunto si será tan imposible que eso pase, o simplemente lo imposible sólo tarda un poco más, o, ¿realmente es imposible?. Y casi que lo estoy ya viendo.

Se nota que voy aprendiendo cada día un poco más sobre lo que es el optimismo, seguramente porque, por los motivos que sean, o porque la vida me empuja continuamente a ello, he decidido desde hace tiempo, simplemente ser feliz.



PD: Y no le permito a ningún "cenizo" que me estropee el momento. Y, por eso precisamente, no he hecho ni una sola mención al desastre de organización del GP de Corea, mejor ni hablar.







jueves, 21 de octubre de 2010

De la avaricia, la hipocresia, y otros pecadillos del montón


Estaba yo esta tarde dándole vueltas a la idea de lo frágiles que somos los seres humanos, a la sensación que tengo de lo mucho que nos queda por aprender y lo poco que lo hacemos. Pero, sobre todo, me maravilla la soberbia con la cual nos decimos a nosotros mismos que nadie nos puede enseñar nada. Error.




Dándole vueltas a esa idea, de repente se me hizo más clara viendo las imágenes del circuito de Yeongam, en Corea, donde este fin de semana se va a correr una bonita carrera de Fórmula 1.
Un circuito que sigue en obras, que se está terminando todavia a marchas forzadas y que, por supuesto, ha beneficiado a nuestro particular "Ebenezer Scrooge" Ecclestone lo suficientemente como para hacer que se corra en él a toda costa. ¿Qué importa si el asfalto se levanta? nada, no pasa nada, aquí lo importante es que Bernie saca una tajada considerable de nuestros amigos coreanos.


¿Tiene límite la avaricia? Probablemente no, pero yo hoy he aprendido que Bernie sí me puede enseñar algo, y es que no hay que dar por perdido ni un solo euro y que, antes de que eso pase, él hubiera celebrado la carrera en el mismísimo infierno (lástima que no sea en "El infierno verde"¡¡¡).

Sobre la hipocresia no me han quedado ganas de hablar, pero es un tema que se puede ilustrar muy bien hablando del tema del ahorro de costes en la F1. Otro día quizás...cuando no tenga tanto sueño (este tema me da más sueño aún, a mí y a cualquiera).



PD: Saludos a mis tres seguidores, que son de lujo con mayúsculas (a ver si aumenta el número¡¡¡)







martes, 19 de octubre de 2010

El dilema de la felicidad

En este mundo en el que vivimos, influido por cosas muy poco esenciales y basado en la valoración del exterior de casi todo, nos encontramos siempre con que tenemos un dilema: tenemos que buscar la felicidad.
A toda costa, sin pensarlo mucho y digan lo que digan.

Pero a veces, esto resulta como buscar una aguja en un pajar, y es porque nadie nos ha enseñado ni lo que es, ni donde está, ni en qué consiste. Si yo fuera Punset sabría decir algo de manera científica al respecto, pero como no lo soy, lo único que podría hacer es plagiarle (ya ha escrito el hombre un libro al respecto de la felicidad, muy bueno, por cierto).

Normalmente, me encuentro con personas que basan su alegría y felicidad en cosas muy variadas, en el dinero (casi todo el mundo), en salir, en tener novio (¡¡si yo hablara de la obsesión de algunas amigas¡¡¡), y yo, pues me planteo muchas veces por qué soy feliz, si es que lo soy, ¿qué me hace feliz?

Es todo tan relativo, en días como hoy, que no soporto a nadie, que quiero aislarme y olvidarme de problemas, me siento muy feliz con cada una de las veces que respiro. Sin embargo, tengo días más ambiciosos, a corto, medio y largo plazo. No sería muy interesante hacer una lista de las cosas que me hacen feliz, lo único que puedo decir es que no soporto a aquellas personas que tienen todo en la vida y no saben valorarlo, y que, por ello, viven amargadas y amargan la vida a los demás.

Por eso, tengo que decir que, aunque vengan días como el de hoy, tengo la obligación de valorar y hacer valorar lo poco o mucho que tenga, alguien un día me lo dió para que yo lo hiciera así.

Ahora, eso si, hay momentos en la vida en los que la felicidad se sobredimensiona espectacularmente, como en algunos momentos puntuales en los que se ve a Alonso en el podio, o al innombrable fuera de él (malaaaaa que soy¡¡¡), o miras a una personita llamado Jairo...Ay, la felicidad es tan relativa¡¡¡ tan fugaz¡¡

Momento 1 de felicidad extrema
Y yo me sigo preguntando: ¿A alguien le interesarán estas chorradas que escribo?

lunes, 18 de octubre de 2010

Hamilton y su carricoche

Lo siento, no he podido resistirme a publicar esta bendita imagen, aunque sólo sea por compartir con alguien (si es que hay quien se acerque a leer las dos chorradas que he escrito) un momento como este, irrepetible, tengo que decir.
¿Quién le iba a decir al Mierda que tenía tantos enemigos? El mayor de todos el que le eligió tal artilugio para mofa del mundo mundial.

En fin, por momentos como este una es capaz de levantarse a las 3, 4 o 5 de la mañana de cualquier intempestivo día.

De todas formas, sigo echando de menos a Papá Anthony, daba mucho juego, vaya que sí¡¡¡

A ver qué pasa en Corea, ¿habrá carrera? ¿Se levantará el asfalto? ¿Sacarán a Hamilton en monopatín? Cuantas incógnitas¡¡¡ Pero la mayor incógnita de todas: ¿Me leerá alguien?


sábado, 16 de octubre de 2010

Hace tres años, y en un momento muy doloroso y triste, creé este blog y escribí lo primero que me pasó por la cabeza, o mejor dicho, por el corazón. Y lo dejé escrito en la red, para que alguien pudiera ser partícipe de mi dolor y mi desesperanza, de mi pérdida definitiva de alguien importante que no volverá.

Y después de estos años descubro que esto que escribí sigue aqui, esperando para que yo, otra vez, le diga al mundo qué soy y como me siento. Si a alguien le importa no es relevante, lo importante es que he vuelto para afirmar y reafirmar que las pérdidas siguen vigentes pero la vida te lleva por caminos que las hacen soportables e, incluso, con alguna lección de supervivencia aprendida.

Es paradójico pensar que aquélla persona que era ya no existe, pero que, a la vez, siempre me reconoceré en los sentimientos que expresaba aquélla persona ya desconocida. Han pasado momentos buenos y otros no tan buenos, y realmente sigo aquí, todavía esperando otro campeonato del mundo de Alonso, y sin desesperar, por supuesto, pensando que este año será el año de la esperanza, en todos los sentidos.

Si alguien me lee, buenas noches...y gracias.