lunes, 14 de mayo de 2012

Lurra, sin palabras...

























A veces ocurren cosas para las que no tenemos palabras adecuadas, e incluso, aunque las tuviéramos, serían vanas y sin sentido, incapaces de expresar aquéllo que sentimos. En estos casos, siempre el silencio es la mejor opción, pero nunca la indiferencia, porque ello nos haría perder esa parte de humanidad de la que tanto alardeamos desde nuestro orgulloso papel de seres racionales que nos hemos atribuido desde siglos.

Sin embargo, hoy no quería dedicar una sola palabra al ser humano, creo que a veces conseguimos vaciar de significado la gran mayoría de ellas. Esto me hace pensar en el contraste que supone la imagen de Lurra, esa perrita campeona que nos ha dejado, esa corredora incansable, nuestra cazadora de sueños...A veces no hacen falta palabras para decir lo que uno siente, y ellos saben muy bien cómo llegar a nuestro corazón sin decir ni pedir nada.

Desde esta insensible parte humana te digo que todos hemos aprendido de tí, de cómo superar los traumas y las penas a través del cariño, de cómo luchar de manera incansable... ya sabes que para nosotros siempre serás nuestra campeona, y no sólo por las carreras que ganaste. 
Déjame decirte que has tenido mucha suerte, no pudiste encontrar mejor compañera de viaje que con Nerea, ella te dió todo el cariño que necesitabas y, en otro tiempo, no tuviste, pero seguramente tú le diste más a ella. Nerea sentirá  infinitamente tu pérdida aunque deba seguir corriendo, siempre te llevará en la mente y en el corazón.  Todos lo haremos.

La vida sigue, pero tú ya formas parte de ella, de todos los que nos llamamos humanos y a veces quisiéramos ver con los ojos con los que tú miras. Por si me escuchas, te diré 
¡¡¡ Gracias, Lurra¡¡¡ siempre te recordaré corriendo. Corriendo siempre.